Decía mi Abuelo que el mejor Carnaval era el del Brasil, él habia estado en vivo y en directo en uno de ellos y lo recordaba escuchando su Long Play de la "Bando do Canecao"con unas lagrimas en los ojos, alusinando a alguna Garotinha que conoció por ahí.
Nosotros pasamos de los chisguetes y rídiculos anillos de tirar agua a unas diminutas pistolitas que sólo algunos tenían el lujo de comprar.
Llenabas globos con agua y perseguias inocentemente a las niñas de tu barrio y ellas a su vez te seguían y todo era risa y felicidad.
Yo empecé mi vida delictiva carnavalesca, parado en la esquina de Tupac Amarú con Julio C. Tello, ahí, esperabamos pacientemente a las Empleadas domésticas que para sus mala suerte descansaban los Domingos. Al divisar a una hibamos en una mancha de 20 aproximadamente sobre cada una de ellas, con baldes, globos, talco y su respectivo betún de zapatos. Creo que fueron mis primeras agarradas de tetas y nalgas ya que aprovechando el pánico uno salía ganador.
A veces Hernan, Javier, Richard, Victor y yo subiamos a la azotea del Edificio donde vivian y de allí lanzabamos los misiles de agua...pagaban pato hasta las doñitas, ya que a veces no había nadie a quien bombardear.
Los negros de Capac Yupanqui eran un caso aparte, ellos hacian una fosa en la esquina de Julio C Tello, allí la llenaban de agua, orine, barro y un sin número de cosas y como canivales atacaban a su presa, lo levantaban y lo aventaban sobre el pozo lleno lodo....una vez mi amigo Leo no alcanzó a oir la voz de alarma que nosotros teníamos.."los negritos!!! los negritos!!!" y se lo llevaron. Recuerdo que ví una figura de barro pasar por mi lado como a las 6 de la tarde...reconocí que era Leo por el llanto y por las mentadas de madre que estaba dando.
Fuí creciendo y ya no perseguía "cholas", ahora solo alentaba y tiraba globos desde la esquina de Julio C Tello con Mama Ocllo, estaba mas díficil por que por ahí tenían algunos travestis su salón de belleza y siendo hombres por naturaleza se nos cuadraban para pelear. Así fue una vez con el cabro "Cueto" me siguió hasta el Parque, no sé si para pegarme o para hacerme una proposición indecorosa. A veces nos sentabamos en el muro de la casa de Marita a ver como jugaban los chibolos de ese tiempo, Nato, Manyer, Martín, Marco, Titín y otros más.
Una vez el Ciego Fernando y su hermano se agarraron a golpes por unos globos,,,siempre se agarraban, quién no lo hacía?, Hugo y César Maturrano se pelearon por un chup y yo me peleaba con mi hermano por un gol anulado, por mí, obviamente.
Lo cierto es que los Carnavales han pasado a ser en el recuerdo ese toque fólklorico que la gente necesita, muchos años atrás nos contaban nuestros áncestros que jugaban con chisguete, talco y serpentina y cantando el "todos a reir y a gozar.." bailaban al final de la jornada.
En el septimo piso del Edificio de la Lavandería Veloz, César y Hugo tiran globos...pero hasta que éste llegué a su destino la victima ya pasó....más abajo en el 5to piso, Beto y yo llenamos un condón con agua....vimos a lo lejos que venía alguién en bicicleta esquivando globos de los demás edificios...esperamos la señal de Cristina y soltamos aquel Globón....explosión, gritos y las alarmas de los carros sonando,, y el cholo? no sé, creo que se desmayó...bien hecho carajo, por vivo.
lunes, 15 de junio de 2009
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