QUIEN AGARRO MI PORNO?

Otro caso obscuro y sin resolver dentro de mi familia es la perdida de las revistas pornos de mi tio Abdul.

Cuando el amor de Madre te ciega para no darte cuenta de la aberraciòn que comete un hijo, cuando el amor de Abuela te ensordece para no escuchar los lamentos del acusado, cuando la inocencia en el rostro del sobrino màs pequeño solo te inspira rencor hacìa el ladròn que violò la privacidad de tu dormitorio...si no eres el culpable y no sabes quien fuè, cuidado..no te pase lo que amì.

No tengo mucho que comentar al respecto, y esto lo cuento a manera de aperitivo intelèctual, ya que en solo 2 dias de ser un niño bueno y bondadoso pasè a convertirme en lo peor de los peores niños que hasta ese momento se conocìan en nuestra familia.

Un primo de mi Mamà, que estudiaba en la Universidad Villarreal y viviò con nosotros algunas temporadas, se iba siempre a Iquitos en sus vacaciones, para suerte mìa, aprovechaba esa oportunidad para ponerme algùn zapato que habìa olvidado, pero a su regreso nada pasaba por que quedaba exactamente igual a cuando el viajaba.

Aquella vez me acusaròn que las revistas pornograficas que el guardaba celosamente se habìan extraviado, no sè cuantas horas estuve en el cuarto de interrogatorios, a veces creìa realmente que yo habìa sido, tal vez lo guardè y no me dì cuenta, pensaba y en algùn momento casi aceptaba el dèlito. Recuerdo que todos se molestaron conmigo, asì empiezan los rateros, decìa mi abuela..me imaginaba a un asaltabancos en la càrcel llorando por que gracias a unas pornos empezò a delinquir.

La verdad todo era confuso, unos dias antes me habìan culpado de un vidrio roto y hasta me castigaròn siendo inocente, pero sabìa que e algùn momento se sabrìa la verdad en una versiòn folklorica de la serie "el fugitivo".

Pasada la marea, la herida aùn sangraba cuando mi hermanito, mi hermano menor, el engreìdo de mi Mamà, el que se creìa Miguel del grupo Menudo, el que bailaba todos los gèneros mùsicales con el mismo paso, el tierno y bonito nieto, èl...me confeso que el habìa sustraìdo las revistas y al darse cuenta que era demasiado tarde para devolverlas entrò en pànico y simplemente no las devolviò.

Quisiera decir que lo acusè, pero no...sòlo que por cada Pelìcano que pasaba el puñetazo era el doble...asi pues descarguè mi frustraciòn y como 20 años despues en una almuerzo familiar le contè a mi Mamà y solo me respondiò.."me hubieras dicho".......de haber sabido..

Ahora entiendo que mi gusto por la pornografìa es una reminicencia de mi pasado infantil.

....chesu