El CAMPAMENTO A PUNTA NEGRA...todos misios

Fuè en 1,986 cuando organizamos el famoso campamento a Punta Negra, cerca de 40 personas invadimos aquella playa, en un intento de conquistar tierras virgenes nos aventuramos como sea y sin una buena cantidad de proviciones sobrevivimos aquel fin de semana.

Dos generaciones se unieron aquella vez, la que conformaban Wilo, Tito, Ernesto, Mauricio, Paulo, Rubèn, Henry y otros...y la que conformaban Renato, Eddy, Manyer, Titìn, Martin, Juan Chilada, Carlos Vidal, Tony Palomino, el Gordo Cristian, el Moquito y nuestro famoso amigo el "loroviejo".

Mis recuerdos no son tan claros esta vez, pero si he alcanzado recordar, con la ayuda de algunos amigos, pasajes pintorèscos de este Campamento que vino a mi mente esta mañana, cuando trataba de descubrir la verdadera historia del Hombre Lobo de Lince.

Al no hacer una narraciòn fluìda de los acontecimientos solo me queda ennumerar cada detalle importante....es decir, como olvidar que Wilo fuè el que rompiò la ùnica carpa que habìa, dicen que fuè con la cabeza, y es que no la tenìa normal, o que mandaron al Loroviejo a la torre del salvavidas a dormir, y es que todos ellos tenìan entre los 13 y 14 años y aquella torre si que estaba alta. El gordo Cristian tuvo que regresar al dìa siguiente por que se le acabò el dinero y nadie le quizo prestar, y a quien no, el ùnico que traìa era Renato y pues el no estaba dispuesto a compartir, tanto se cuidò que hasta le robaròn el reloj que traìa, ya temeroso yo lo tuve que acompañar a que buscara un lugar donde hacer sus necesidades, ahì tambien estaba el Tony, que ya se podìa ver que iba a tener suerte con las chicas, ese tiempo no le importaba mucho eso por que me dijeron que se corrìa de las niñas que lo seguìan por la Playa.

El Eddy Arteaga me dijo que el tuvo que comer cebolla cruda por que se cagaba de hambre y la ùnica lata de frejoles con tòcino que Piky habìa llevado explotò cuando intentamos calentarla en la fogata, un frijolito impactò en el ojo de "calavera con peluca", como le llamaba Wilo, y asì se quedo herido el resto del campamento. Carlos Vidal todas las noches hizo guardia, en su afàn de ser un autèntico Boy Scout.

Fuè precisamente allì donde Henry se convirtiò en Lobo por segunda vez, aullando, agarrandose las orejas, corrìa desnudo por la orilla del mar...dejando ver sus nalgas blancas en la obscuridad.

No miento cuando digo con emociòn que aquella aventura fue diferente a otras, por un lado todos estabamos ahì sin preocupaciones, y por otro, aunque no lo decìamos, los màs grandes nos sentìamos responsables por los que hoy ya pasan de los 30 años.

Hasta hoy me habìa preguntado del porquè casi todos estabamos misios, la respuesta era obvia, los mas grandes nos la llevamos fumando tronchos, y nos gastamos el dinero el primer dìa despues de la primera bajada (hambre) ya nada fuè igual...entre la sed y el hambre disfrutamos de la playa...y pues que queriamos..somos limeños, somos costeños.

Sobrevivimos y regresamos, y aunque muchos de ellos no lo recuerden, aùn puedo ver los rostros bronceados de los mas pequeños del barrio, en una epoca en la que aùn habìa inocencia para ellos.