viernes, 20 de agosto de 2010

El Trineo

Cuando recuerdas las Navidades...los dias previos al 24, las cosas, el ambiente, tu casa, tu familia, tus Padres, el regalo que no pude ser, la abundancia, cuetes y demàs. Realmente lo recuerdo, pero me habia olvidado de un momento muy importante de mi infancia y sobre todo en esas fechas.
Debo haber tenido 5 años cuando vi por primavera vez aquel Trineo, un adorno de Navidad, hecho de tecnopor, tan simple, tan barato...eso digo ahora que lo recuerdo y es la verdad.
Mi Tia Lupe, hermana de mi Madre, era joven, aquellos años imagino que tendria unos 22 o 24, esperaba algunos dias de Noviembre para comenzar a comprar los materiales, y asi poder tener el adorno de Navidad de todos los años. unas 2 planchas de tecnopor, goma, escarcha, moldes, un muñequito tela roja y negra y listo, todo comprado en el bazar Suda.
Recuerdo el ultimo año que hizo un trineo, fue un Domingo, yo la acompañaba a ordenar la oficina donde ella trabajaba, en un edificio del Centro de Lima, ella ordenaba su cubiculo y yo jugaba con el asiento del Oculista, y asi podia quedarme horas. Despues..nos parabamos en la Av. Emancipaciòn a esperar el Cocharcòn para regresar a casa.Todos los años fuè asi, esperaba un dia, y comenzaba a cortar, paso a paso, hacia de algo sin vida un arte, me emocionaba al ver el primer Alce fabricado, luego la ropita de Papa Noel, y asi...hasta llegar a la forma que ella queria.
El Televisor antiguo, de tubos y en blanco y negro,,,pero arriba, brillaba aquel trineo, con los toques de escarcha y un poco de algodòn, eso hacìa el efecto de nieve, con las luces de navidad rodeando el trineo podia imaginar miles de cosas bonitas, no habia nada que opacara la fecha, el Trineo de todos los años ya estaba listo y entonces ya podiamos respirar el ambiente Navideño.
En todos estos años he visto cosas buenas y malas, tristes y alegres, he comparado lo de antes con lo actual, he dicho muchas cosas y en la memoria habia perdido el recuerdo de aquel adorno y lo que significò para mi.
Nunca màs vi el Trineo, el siguiente año mi Tia se casò y formò su nueva familia y entendì que nada es eterno, ni siquiera mi Tia, nunca màs esperè tener un adorno en Navidad y ahora que han pasado tantos años me doy cuenta que despues de eso, todo fue diferente.
Ahora, puedo ir a la tienda y comprar un adorno caro, el mejor, pero ninguno supera el valor de aquel Trineo de tecnopor, con materiales comprados en el Bazar suda.