viernes, 2 de octubre de 2009

BRANDON Y NAKAMATSU

A veces, me he puesto a pensar que serìa de mì si un dìa despertàse y no pudiera ver, no poder visualizar los colores, a mis hijas y todo lo que quiero y està a mi alrededor...

Oscar Brandon y Luis Nakamatsu llegaron a la Secundaria junto conmigo y mis demàs compañeros, no puedo negar que a todos nos causo impacto saber que compartiriamos el mismo salòn de clases, nos preguntabamos como harìan para dar sus examenes y convivir con nosotros.
Al principio el trato hacìa ellos fuè con respeto y a veces un tanto exagerado, casi todos nunca habìamos convivido con un invidente y a se me hacìa muy raro y dificil encontrar una manera adecuada para dirigirme a ellos, era natural que los aceptaran en nuestro Colegio pero nunca supe la verdadera razòn por la cual no entraron a un Centro de enseñanza especial para ellos, de por sì mi colegio tenìa un sin numero de especies de estudiantes, algunos ya exterminados y otros, como yo, que vivimos en cautiverio.

Pero poco durò aquel trato amable, era de suponer que ràpidamente los adaptarìamos a su realidad, por ejemplo, Brandon era muy bueno para hacer trampa a la hora de los examenes, las escribia en brayle y la maestra lo citaba despues para que èl leyera las respuestas, osea, si en ese momento no hubiera respondido bien, tenìa todo un dia para averiguar la respuesta correcta, toda una joya.
El chino Nakamatsu, que en realidad es apellido japonès, no hacìa las tareas y solo daba examenes orales, obviamente con la mano puesta en una hoja escrita en Brayle, ellos mismos dijeron que no eran tontos, algunas respuestas las daban de manera equivocada y asi no levantar sospechas.
En los deportes, ellos tambien corrian las 6 vueltas al Parque Matamula que el profesor nos pedìa, algùn compañero los llevaba de la mano y los hacìa correr, recuerdo como Oscar vomitaba de lo exhausto, era gracioso escuchar los gritos del entrenador para que siga con los ejercicios. Una vez los hizo boxear, no me quedo una grata impresiòn pero al principio fuè divertido.
En el salòn las cosas no iban mejor, los màs llevados del grupo, nosotros, ibamos y les metiamos la mano caminabamos unos pasos y observabamos como el Chino lanzaba puñetazos al aire y èl sabìa que andabamos por ahì y con todo nos querìa cazar.

Bustamante era el amigo incondicional de Oscar, se sentaban juntos, a la hora del recreo comìan su refrigerio juntos, hacìan la tarea juntos...todo juntos. Luis Alberto se sentaba con Espinoza, la vedette del salòn, la Reina de la Primavera por 4 años consecutivos, ellos tambien iban a todas partes, ellos fueron hasta el baño juntos...bueno eso decìamos.
Formamos la Banda de Guerra del Colegio, uno tocaba el Bombo y el otro los Platillos, lo gracioso fuè que en el dèsfile nadie les aviso y nosotros volteamos en la esquina y ellos se siguieron de frente..en una copia sin querer de una pelìcula còmica.

Siempre los tratè con respeto y visite la casa de Oscar allà en Jesùs Marìa, que tambien tiene su historia, y la de Nakamatsu en la Av Venezuela, allì dentro de la Panaderìa, recuerdo que tenìa todo un equipo de radioaficionado, nunca podrè olvidar los dìas en la Secundarìa y por obvias razones a mis dos compañeros, y si he contado algunas anècdotas un poco crueles, no es para sentirme mal, sinò màs bien para dar testimonio que ellos fueron parte del grupo, muchas veces nos olvidamos de muchos personajes que vemos pero que estan guardados en nuestra memoria, como olvidar a Oscar cantando canciones del Zambo Cavero y al Chino narrando los partidos de futbol en su imaginaciòn.

...suena la campana anunciando la hora de salida, me imagino estar en la ventana del segundo piso, Oscar subiendo al carro de su Mamà y a Luis Alberto subiendo al taxi azulito, con Espinoza, creo que veo un abrazo...
....son mentiras no creo que Espinoza haya sido Gay